Cuidados y conservación

Vinos: cómo almacenarlos correctamente

Para conservar el vino en perfectas condiciones, es fundamental mantener un ambiente fresco y estable (10–14 °C) y una humedad del 60–75%, evitando siempre la luz directa y las vibraciones.
Las botellas con corcho deben guardarse en horizontal para preservar el sellado, mientras que las de rosca o ya abiertas se conservan mejor en vertical.
También conviene mantener las botellas alejadas de productos con cloro, pinturas o disolventes, cuyos vapores pueden alterar los aromas.

Una vez abierto, volver a tapar, refrigerar y consumir en los días siguientes; un tapón de vacío ayuda a prolongar el buen estado del vino.

Para un almacenamiento óptimo, se recomienda escoger un espacio interior, oscuro y sin cambios bruscos de temperatura, evitando la cercanía a motores o electrodomésticos que generen calor o vibración.


Carnes frescas: conservación segura en casa

Para mantener la frescura y seguridad alimentaria, la carne fresca debe almacenarse en la zona más fría del frigorífico (0–4 °C) y permanecer el menor tiempo posible a temperatura ambiente.
Es esencial separar la carne cruda de los alimentos listos para comer, utilizando recipientes cerrados para evitar goteos y olores.

Si necesitas descongelar, la opción más segura es la nevera. También es válido utilizar microondas o baño de agua fría (siempre en envase cerrado), pero debe cocinarse inmediatamente después.

Al llegar a casa, refrigera o congela cuanto antes. Usa tablas y utensilios diferenciados para evitar contaminación cruzada y opta por envases aptos para alimentos, bien cerrados.


Congelados: cómo mantener la calidad

Los productos congelados conservan mejor su textura y sabor a −18 °C o menos, manteniendo siempre la cadena de frío desde la compra hasta su almacenamiento en casa.
No se recomienda recongelar un alimento ya descongelado, salvo que se haya cocinado previamente.
Si el envase presenta escarcha excesiva o signos de descongelación, es posible que la cadena de frío se haya roto.

Para descongelar con seguridad, utiliza preferentemente la nevera. Si usas microondas o agua fría, cocina el alimento de inmediato.

Durante la compra o recepción, procura que los congelados permanezcan fuera del frío el menor tiempo posible.


Entrega y recepción: mantenimiento de la cadena de frío

En nuestros envíos, las carnes viajan refrigeradas (≤4 °C) y los congelados a −18 °C o menos, utilizando embalajes isotermos aptos para contacto alimentario que mantienen la cadena de frío durante todo el transporte.

Al recibir tu pedido, revisa la integridad del paquete y guarda de inmediato los productos en nevera o congelador.
Si detectas daños o signos de descongelación, contacta con nosotros para ayudarte.
Estas recomendaciones están disponibles también en las fichas de producto, para que puedas conservar cada alimento de forma sencilla y segura en casa.